Vorágine de una sola noche


You didn't have to tell me that you love me so
You didn't have to leave me, mama, let me go
Hey, hey, mama, what is wrong with you
You didn't have to leave me like a total disgrace
You didn't have to leave me with that beer on my face
Hey, hey, mama, what is wrong with you
But that's alright, I'd be the same way, too

Todo empezó en la barra de aquél bar, esa chica de pechos grandes y cabello desleído en peróxido se alejaba furiosa mientras yo me relamía la cerveza de los bigotes y parte de el líquido corría libre por mi camisa ¡Diantres! creo que no debí de mencionar la relación que existe entre la belleza rubia, los senos grandes de silicona y la estupidez, pero no pude evitarlo, el comentario me ardía en la lengua, me quemaba los labios y se salió así, de manera incontrolable. ¿Es usted Alejandro Dumas? ¿el gran escritor y director de teatro...? Me preguntó y yo casi no pude contener la risa - ¿quien me ha delatado? - pregunté mientras movía una silla de la barra, invitandola a sentarse - ¿En que te puedo ayudar, hermoso ejemplo de la vacuidad de la belleza?
- Ella sonrió un poco, dejandome ver de manera generosa, parte de su escote; sin duda pensó que la halagaba - Quisiera saber si hay alguna oportunidad de trabajo en sus producciones señor Dumas, resulta que soy actriz...

- ¡Oh! es usted actriz
- Sí señor Dumas
- ¿Y que tipo de papeles pretende representar...?

La conversación siguió así por espacio de un par de horas más, la rubia en cuestión era víctima segura de mi amigo Martínez, el maldito bastardo le había prometido presentarle a un productor famoso de teatro o televisión, obvio, después de haberse pasado una noche bomba con ella... (ve al bar fulano, mañana a las 11 peeme, allá habra un tipo en la barra, un bigotón, el es Alejandro Dumas...)

Me dió lástima la inocencia de esta pobre rubia oxigenada, así que terminé la farsa de un tirón, le mencioné el timo en cuestión, y me reí mucho de la combinación casi clásica de sus características fisicas y mentales... fué cuando ella me arrojó la cerveza encima. Bueno, ¿qué hubiera sido mejor? ¿continuar engañándola? ¿llevarla a la cama? (ganas no me faltaban y esa era la segura meta de Martínez al enviarla conmigo: un simplón escritorcillo, pobretón y algo triste...) Al burlarme cruelmente de ella le había obsequiado algo invaluable: un chingadazo a su inocencia; al menos le costaría más trabajo al siguiente Martínez...

Me acerqué a una pelirroja espectacular, que fumaba un cigarro, -perdone, ¿puedo acompañarla? - La chica en cuestión me respondió (mientras me miraba de arriba abajo) con un desdeñoso "Preferiría estar sola" (yo no luzco como un apuesto galan o como un potentado empresario) y entonces sonreí, seguro que Martínez era un cabronazo, pero ¿como culparlo...?


Hey, hey, baby, why you treat me mean (X2)
You didn't have to crucify me like you did
You didn't have to tell me I was just your kid
Hey, hey, mama, why'd you treat me mean
You didn't have say you'd always be by my side
Y' didn't have to tell me you'd be my blushin' bride
Hey, hey, mama, why you treat me mean
But that's alright, I know your sister, too

the lowest prices pharmacy online

0 comentarios